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Descripción del procedimiento 

Identificación  del procedimiento

En esta intervención se realiza una osteotomía, ya sea en el Fémur, Tibia o an ambos, y la instalación de un dispositivo mecánico, interno y/o externo, que permite un alargamiento progresivo. En general se utilizan pequeñas incisiones aunque en ocasiones es necesario recurrir abordajes formales.

Su médico le informará previo a la cirugía, el tipo de osteotomía, el tipo de incisión y  los implantes que se utilizarán, sin embargo, existe la posibilidad que durante la cirugía haya que modificar el plan de acuerdo a los hallazgos, de manera de realizar un tratamiento óptimo.

La operación necesita de anestesia. Un especialista del Departamento de Anestesiología estudiará su caso y le informará del tipo de anestesia más adecuada para el paciente.

 

Objetivo del procedimiento y beneficios que se esperan alcanzar

Para pacientes con talla baja, el aumento de estatura tiene un impacto leve a moderado en el desempeño de las actividades cotidianas desde el punto de vista funcional, sin embargo, desde el punto de vista cosmético y de la auto imagen corporal, puede significar una gran mejoría en algunos pacientes. Es por ello, que todos los pacientes candidatos a someterse a esta intervención, deben ser evaluados por un psiquiatra y/o psicólogo con experiencia en este tema. Nuestro equipo cuenta con profesionales altamente capacitados para evaluar la situación particular de cada paciente, y su opinión es fundamental en la toma de decisiones, siendo crucial al momento de autorizar o rechazar la realización de esta operación

Duración del proceso de alargamiento

La duración está influenciada por las condiciones propias de cada paciente, que incluyen su edad, presencia de enfermedad de base, su estado físico, , hábitos (Tabaco, Alcohol),  la magnitud del alargamiento y el hueso a intervenir.  En general, la velocidad de alargamiento es de 1 mm al día para el Fémur (dividido en 3 o 4 sesiones) y de 0,75 mm al día para la Tibia (dividido en 3 sesiones). En ambos casos, por cada 1 cm que se ha alargado, el hueso requiere de aproximadamente 40 días para recuperar su resistencia. Durante este periodo es fundamental la rehabilitación.  Si se alargan 8 cm, el tiempo para retomar las actividades habituales en forma normal es de aproximadamente 1 año. Esto puede variar, además en función de la respuesta biológica del hueso. 

Consecuencias previsibles de su realización

Como en todo acto quirúrgico, existe dolor en el post operatorio, que habitualmente es manejable con medicamentos de uso habitual (analgésicos endovenosos y/o orales), sin embargo en ocasiones puede ser necesario el uso de un catéter para analgesia peridural o regional, cuya instalación y monitorización corre por parte del Anestesiólogo
2) Con el uso de tutores externos, es esperable la aparición de infecciones superficiales en la interfase piel-tornillo. Estas, en su gran mayoría mejoran fácilmente con curaciones y antibióticos administrados por vía oral. Rara vez es necesario hospitalizar al paciente para administración endovenosa de antimicrobianos.

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