Métodos de alargamiento

CLAVOS INTRAMEDULARES DE ALARGAMIENTO

En la actualidad, contamos en nuestro país con 2 sistemas. El 2017,  fui pionero en América Latina en la  instalación del clavo  Precice ®, fabricado por Nuvasive, USA. Este clavo corresponde a la última generación de alargadores internos. Funciona a través de un mecanismo magnético, utilizando una unidad de control remoto externa. Esta unidad es bastante grande, por lo que no se trata de un control remoto portátil. Está fabricado en Titanio, y existen alternativas para diferentes huesos. Una de sus principales ventajas, es que posee un monitor externo que indica cuánto se va alargando el clavo. Además, tiene la posibilidad de utilizarse para alargar y - como sucede en casos de retraso en la formación ósea - retroceder.

El otro sistema corresponde a Fitbone ®, fabricado por Orthofix. Este implante fue desarrollado en los 90 en Alemania, sin tener tanta difusión mundial, pues sus desarrolladores fueron muy selectivos al momento de elegir quién podía utilizarlos. El primer  Fitbone instalado en Latinoamérica se realizó en el mes de marzo de 2022 en el hospital de Ranzagua. Este clavo, está fabricado en acero, y funciona a través ése un motor interno, que se activa con un control remoto de inducción electromagnética. Aunque es más pequeño que el control de Precice, sigue siendo de un tamaño considerable, y su monitor es más básico que su contraparte. 

Los métodos internos, son muchísimo más cómodos y permiten iniciar la rehabilitación rápidamente, incluyendo ejercicios en piscina. A fecha actual, considero que son el método ideal para un paciente que se somete a alargamiento de ambas extremidades inferiores. Este grupo está conformado por gente sana, que lleva una vida normal, y que está en condiciones de hacer deportes según sus intereses. Realizar una cirugía de alargamiento óseo, involucra un tremendo desafío para el médico y el paciente: Al término del proceso, el paciente debe estar funcionalmente igual a cómo estaba antes de la operación. Esto es diferente a operar una fractura o na malformación. Aquí, la cirugía  llevará a una mejoría, parcial, o a veces total de la función, lo que es un extraordinario avance para el enfermo. Sin embargo, en el alargamiento cosmético, el mejor resultado que se puede obtener, es dejar al paciente funcionando igual que antes. En ningún caso podrá mejorarse algo que ya era normal. Por o anterior, es que el uso de clavos internos nos da la mejor posibilidad de "devolver" al paciente a su condición previa.

Estos implantes internos tienen 2 grandes problemas. En primer lugar, está la restricción a la carga de peso. En el mejor de los casos, los clavos pueden soportar apenas 30 Kilos, lo que hace fundamental el uso de andador o bastones durante un período prolongado de tiempo. En segundo ligar, está el valor comercial, que ronda los US 20.000 para cada clavo, alejando de esta posibilidad a muchos pacientes.